Argentina busca estabilizarse para salir del coma futbolístico. Hasta el momento nada de futbol, nada de equipo, nada de su existencia. Este sábado (8:00 a.m.) chocarán contra Francia, el equipo hecho promesa y un poco de realidad, con la gran expectativa de su fanaticada esperando el momento de explosión. Los Bleus se presentan como favoritos, como candidata no solo a conseguir el triunfo, sino con la capacidad de humillar a la albiceleste, siendo el único elemento que se sale de las ecuaciones es Lionel Messi, pero ¿podrá Messi?
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Messi tendrá un duelo tan importante como el de la final ante Alemania hace cuatro años. Carga en sus hombros una piedra para colocarla encima de la montaña, como Sísifo en la mitología griega, y estando tan cerca de lograrlo volvía a rodar hacia el punto de partida cíclicamente. Esa piedra es todo el equipo, la prensa, sus ilusiones y un combinado francés del tamaño de la Torre Eiffel.
En Argentina se habla del regreso de Messi al falso nueve, es decir, la colocación de la Pulga como un delantero centro, tal es el caso de Diego Costa en España o Paolo Guerrero en Perú, y eliminarían a Gonzalo Higuaín o Sergio Agüero de la titularidad. La misma posición que recuerdan en Argentina utilizada por Guardiola en la goleada 6-2 al Real Madrid con dos goles de Messi.
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No obstante, Argentina posee un mediocampo desértico y una defensiva endeble, siendo su mejor hombre de batalla Otamendi en la última línea. Por su parte, Francia tiene más individualidades y mejor estructuración en todas las áreas. Dos centrales de élite (Varane y Umtiti), un mediocampo solvente con Kanté y Pogba y tres fieras de la ofensiva como Griezmann, Giroud y Mbappe.
