Rusia calla bocas, marca goles y brinda confianza a su público. Tal vez jugar en casa les ha hecho evolucionar, era la fuerza extra que siempre se cataloga como intangible o el mismo reto de brillar ante una oportunidad que no se repetirá en décadas. No solo por los goles sino también por la funcionalidad del conjunto. Los rusos han visto en Cheryshev el guía hacia las redes. 32 años después de la última vez que avanzaron a octavos de final (México 1986) regresaron a esa misma escena. Insólito solo de pensarlo lo fácil que ha sucedido revisando sus partidos anteriores a esta competición.
Te puede interesar: Senegal quiebra el favoritismo de Polonia y emula su actuación de hace 16 años
Los de casa vencieron con autoridad (3-1) a Egipto. Los africanos contaron con su más grande faraón, Mohammed Salah, pero eso no fue suficiente. Una tormenta de nieve los enterró. La goleada del primer encuentro a Arabia Saudita que se analizaba como el golpe a la cenicienta ha quedado atrás, los rusos han subido de escalón con todo y la baja por lesión de Dzagoev, el hombre orquesta que presentaban, pero Golovin, Cheryshev y Dzyuba les han regalado la sonrisa.
Rusia estaba goleando tras el autogol de Fahti y los agregados por Cheryshev, empatando en el liderato de goleo a Cristiano Ronaldo y Dzyuba, llegando a dos tantos. No obstante, la insistencia de Egipto tuvo resultado al descontar a través de Salah por la vía de la pena máxima. Con todo y eso, la tranquilidad era evidente en la escuadra rusa, les funcionaban todos los montajes. Sin embargo, el partido siguiente ante Uruguay será clave para medir al local ante un nivel aún superior, tomando como antesala los octavos de final, donde se prevé como oponentes a España o Portugal, dos peces gordos con suficiente garra de acribillarlos.
Te puede interesar: Colombia se desequilibra con 10 jugadores y cae frente a Japón
Hace 32 años avanzaron a la siguiente etapa, todavía se llamaban URSS y fueron eliminados por Bélgica, cuarto lugar del torneo, ahora jugando en casa y con una inversión de 15,000 millones de dólares para albergar el Mundial pretenden darle otro rostro a su país a través del balompié. Hasta el momento han logrado lo complicado sin tocar la hazaña ¿Podrán lograr la gesta de hacer historia en casa?