El nicaragüense Alex Bendaña firmó su primer contrato oficial con el Sevilla FC esta temporada. El capitalino quedó asignado como analista táctico en el futbol base del club (cadete A Sub-16 y Juvenil C Sub-17). El pasado domingo quedó campeón en el cadete A Sub-16 y este fin de semana podría repetir en el otro plantel.
Desde hace cuatro, Bendaña vive España donde sacó el título UEFA A y estudia el UEFA Pro, el título más alto de un técnico de futbol. Con esfuerzo y sacrificio, el pinolero se ha ido abriendo espacio hasta alcanzar un nuevo logro, en el cual explica cómo ha sido el proceso hasta este momento.
Han pasado dos años de la última entrevista con LA PRENSA, ¿qué ha pasado en tu carrera en ese tiempo?
Han sido dos años en los cuales mi carrera ha seguido creciendo, involucrarme más dentro de la estructura como es la del Sevilla FC y tener cada día más experiencia involucrando el primer mundo del futbol como el espejo donde estoy y quiero mantenerme.
Llegaste al Sevilla a realizar tus prácticas del bloque práctico para el título de entrenador y te ficharon después, ¿cómo pasó eso?
La verdad que más allá de un fichaje fue como haber comprobado que en mí podrían depositar confianza y que les iba retribuir por medio del trabajo y el compromiso. Lo más importante dentro de una estructura como el Sevilla, está precisamente ligado a cuánto estas dispuesto a dar para que el funcionamiento sea progresivo y ahí donde he podido, en mi condición de trabajador, probarles que me quiero dedicar al futbol.
¿En qué consiste tu trabajo?
Tras haber ejercido dos años como entrenador asistente, este año la puerta se abrió en el área de análisis. Esto es un reflejo de lo que es el día a día los equipos de cantera. Con profesionales como José Martínez, Álvaro Caja, Alonso López, Juanan y Ramón Vásquez, somos los encargados de analizar los partidos de nuestros equipos de fuerzas básicas para que se vea nuestro ojo estadísticamente junto a las características y moldes de la cantera perfeccionando con eso el rendimiento en los partidos y el crecimiento del jugador. Después también está colaborar dentro de un cuerpo técnico funcional junto al entrenador, segundo entrenador y preparador físico. Somos visores de una progresión estructurada partido a partido.
¿Cuál es la diferencia de tu puesto ahora como contratado en relación de cuando llegaste de pasante?
La diferencia está en que mi rol va mucho más enfocado al análisis de rendimiento desde los partidos y menos desde los entrenamientos. Ya no entreno a los equipos, analizo los partidos.
¿Se podría decir que este es un primer paso para iniciar tu carrera primer entrenador en el futuro?
Podría ser. Hay que tener en cuenta que el futbol tiene muchísimos formas y espacios donde desempeñarse, cada uno tiene su gozo y matiz. No me gusta marcarme objetivos secos, planos. Me gusta pensar que puedo ser feliz haciendo lo que la vida me ponga enfrente y veremos como van desarrollándose los niveles de confianza y donde uno puede dar más simplemente. Ser entrenador involucra ciertas cosas, ser analista otras. Ninguna las englobas todas al mismo tiempo. De lo que se trata es encontrar el espacio en el cual podes rendir más y sobre todo disfrutes más.
¿Qué se siente ser parte de un equipo campeón?
Creo que el gozo de un campeonato está sobre todo en cuando ves la dificultades superadas, las experiencias vividas y te das cuenta que todo eso lo supiste gestionar y al final conseguiste el máximo objetivo. Antes de campeón, ser parte de un equipo es lo que más disfruté, sin un equipo jamás vas a poder ser campeón de nada.
¿Este logro tiene un significado muy importante en tu corta vida profesional?
Claro porque es el primero desde que estoy aquí. Es la primera vez que puedo disputar torneos de esta importancia y lo que me llevo es sumar en un cuerpo técnico con profesionales ganadores, haber sabido llevar el no bajar un listón que es cada vez que nos pongamos este escudo, vayamos donde vayamos, y haber sabido ser parte de ello sin dejar de ganar, que es al final lo que todo equipo sevillista apunta.
Ahora seguís sacando el UEFA Pro, el máximo título de un entrenador…
La carrera de todo aspirante a entrenador a nivel europeo involucra una formación como cualquier otra carrera y esa esta regida por la federación española, europea (UEFA) y federaciones locales. En mi caso tuvo la confianza del director de la federación andaluza para invitarme hacer parte de los cursos de entrenador en España y cuatro años más tarde estoy por terminar la última parte, el UEFA Pro, la máxima titulación a nivel europeo y sin miedo a equivocarme el más prestigioso a nivel mundial, que no es sinónimo de nada. Hay mucha gente que la tiene y no tiene gran relevancia.
¿Cómo ha sido tu proceso de aprendizaje?
Mi proceso personal ha sido rápido pero de mucho aprendizaje. Este año he podido compartir con grupos humanos liderados por profesionales como Jesús Galván (exfutbolista) y Juanito Díaz (multicampeón de cantera) y con ambos han sido miles las lecciones de sobre liderazgo de grupo. Pero en lo personal fueron mis dos años trabajando con Chesco Garramiola los que me propulsaron a darme cuenta que el futbol es de no parar y evitar siempre la relajación. Chesco ha sido mi gran maestro cuando se habla de trayectoria.
¿Cuál es tu meta a corto plazo?
Soy una persona que no le gustan las metas, los objetivos claros, se podría decir que mi meta es vivir cada momento. He aprendido a respetar la vida y los restos, cada uno singularmente sin pensar en el siguiente sin antes superar el que tengo. Sin embargo, no veo fuera del Sevilla FC por lo pronto, ni fuera de esta formación constante que se vive cuando tenés que lidiar con situaciones de un club tan grande que te involucra estar a la altura. Mientras el club confíe en mí y yo siga aprendiendo, formándome y creciendo como persona, no veo porque algo tendría que variar. Después, dentro de lo personal seguir creciendo porque del futbol nunca se deja de aprender y seguir creciendo en lo propio, en la toma de decisiones, en el análisis para saber leer un partido, plantear un entrenamiento y saber sobre todo tener empatía con el futbolista y su día a día, algo que yo en lo personal no pude experimentar. Nutrirme de un ambiente de cantera me lleva a crecer. en esa faceta.
¿Siempre estás al tanto del futbol nicaragüense?
Pues intento no saltar ningún capítulo de lo más relevante del futbol de Nicaragua. No tengo un seguimiento arduo, ya no conozco a todos los jugadores, pero me mantengo al tanto de lo más importante, sobre todo porque ahí dejé amistades muy importante en mi vida, dejé gente que le tengo muchísimo cariño y como parte de su día a día tengo que saber lo que ocurre en ese futbol del cual salimos muchos.
¿Pero de la Selección si estás más pendiente?
De la Selección es imposible no estarlo. Hay una frase con la cual algunos nos referimos a la Selección, el más grande mis amores, no podría ser más precisa en cuanto al grado de emoción que todavía se puede sentir en el futbol siendo parte del mismo. Lo que la selección ha experimentado en esta última etapa lo he vivido con una satisfacción muy importante y orgullo de ver gente que sé que ha luchado por estar donde estamos hoy, y ha trasnochado por nuestro futbol, que se ha ganado poco a poco un espacio en los corazones de la gente y respeto en Centroamérica.
¿Qué opinas de la evolución de la Selección con Henry Duarte?
La selección ha conseguido por primera vez tener un proceso muy sano en cuanto a figuras que han adquirido un recorrido tanto dentro como fuera de nuestro país, ya sea por medio de los nacionalizados, los legionarios y esa camada de futbolistas que desde selecciones juveniles se acostumbraron a roce internacional. Esa continuidad al proceso de esta generación, que ya se está volviendo una generación un tanto acabada porque hay muchos veteranos, que tuvo el fruto del proceso de Enrique Llena que floreció con el liderazgo de Henry Duarte. Esa es mi opinión desde fuera. Creo que habiendo conocido el proceso de Enrique no podemos obviar nunca que él tuvo que ver con el triunfo de hoy, sin embargo el liderazgo que tiene Henry sobre el futbol de Nicaragua es necesario, pero necesitaría un poco más de apoyo y sobre todo convencimiento de los que verdaderamente deberíamos preocuparnos: los mismos nicaragüenses, y no solo verlo como el hombre que ordena, al hombre que podemos seguir de cara a una mejora.
¿Ves otra vez a la Selección clasificando a la Copa Oro a través de la Liga de Naciones?
La verdad es muy complicado, en países como los nuestros es difícil sacar una proyección porque cada generación puede variar o no continúa. Muy complicado tener una continuidad o que dos generaciones seguidas logren algo importante o que la misma repita. No estamos antes una misión fácil. Después sería muy de ignorante vernos a nosotros mismos porque igual que nosotros los rivales están creciendo y en cualquier momento te llevas una sorpresa.