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Los Indios del Bóer celebran su regreso a la cima del beisbol nacional, al vencer a los Dantos en seis juegos. LA PRENSA/JADER FLORES

El Bóer, nuevo rey del Pomares, consuma su venganza tras perder tres finales ante los Dantos

La victoria es también una reivindicación no solo para Marín, sino también para el mánager Ronald Tiffer, quien había fallado en sus dos finales anteriores

*Nota: Organizaciones médicas consideran que asistir a estadios aún cuando hay distancia social de al menos dos metros entre los asistentes representa un riesgo de contagio del Covid-19

Un Bóer que logró recuperar su vitalidad a tiempo y que volvió a mostrar la fuerza y el fuego que le caracterizó en su pasado reciente matizado por la grandeza, regresó a la cima del beisbol nacional este viernes, después de vencer 8-1 a los Dantos y convertirse en el campeón del Pomares 2020.

Róger Marín, quien pareció comprender que el arte de vencer se aprende de las derrotas, logró zafársele a su historial salpicado de tropiezos y ofreció un estupendo recital de pitcheo a través de seis entradas, en las que mantuvo a los Dantos pisando tierras movedizas alrededor del home.

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De la producción ofensiva se encargaron Wuillians Vásquez, quien comenzó el partido con un enorme cuadrangular que impactó como recto al mentón de los Dantos, y también Javier Robles, quien envió la pelota aún más lejos, para disipar las últimas esperanzas de sus adversarios.

Los Indios, que no ganaban un título nacional desde el 2014 cuando habían derrotado a la Costa Caribe, regresan ahora a la cúspide del beisbol con una tropa bien construida, pero que debió vencer a los pesimistas que ponían en tela de juicio su desempeño en los momentos cruciales.

La victoria es también una reivindicación no solo para Marín, sino también para el mánager Ronald Tiffer, quien había fallado en sus dos finales anteriores, pero también es justicia divina para Robles, quien ha vivido en medio de múltiples pesadillas y ahora le llegó el momento de disfrutar el éxito.

El Bóer con el trofeo de campeones nacionales.
LA PRENSA/JADER FLORES

Marín derrotó escepticismos

Róger Marín, quien está en ruta hacia los 40 años, se presentó en la colina con la dinámica de un jovencito y comenzó a aplicarle variantes a sus pitcheos hasta sacar de balance a los Dantos. Y antes de que las dudas surgieran, Vásquez se llevó la cerca ante Junior Téllez, para un espaldarazo vital.

Esa ventaja de 2-0, conseguida por el palo de Vásquez al inicio con el incisivo Bismarck Rivera en la inicial, a donde había llegado con el primero de sus tres hits, amortiguó el intento de rebelión de los Dantos, que se acercaron 2-1, por cañonazos de Henry Burton y William Rayo en el segundo.

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Marín y Téllez iniciaron un aparente duelo de lanzadores con la pizarra apretada, pero en el cuarto, el Bóer espantó esa posibilidad, cuando Rivera pegó doble que impulsó a Cristhian Moreno para el 3-1, que angustió a los Dantos, más preocupados al instante, cuando la pierna de Téllez flaqueó.

Las dificultades crecieron en el quinto, cuando Téllez explotó tras hit de Robles y el relevista Shendell Benard fue saludado por sencillo de Wiston Dávila y doble de Álvaro Rubí, que pusieron la pizarra 5-1. Los Dantos sintieron caer en un pozo, pero lo peor no llegaba todavía,

Eso ocurrió en el sexto, cuando después de doblete de Vásquez y base a Juan Carlos Urbina, Robles metió un batazo descomunal que se perdió en la oscuridad y los Indios se fueron adelante 8-1, con el que terminaron de sepultar las últimas ilusiones de los Dantos de mantenerse con vida.

El bullpen clavó ataúd

Después que Marín completó con mucha autoridad su labor de seis entradas en las que esquivó cinco hits, una carrera, sin bases y sin ponches, Braulio Silva agregó dos ceros y Jimmy Bermúdez le puso los últimos clavos al ataúd de los Dantos con un scone de ponches en el noveno episodio.

El último de los “fusilados” por Bermúdez fue Burton, quien abanicó la brisa con fuerza y al fallar, desató la celebración de los Indios, quienes se agruparon en torno al montículo y comenzaron a dar saltos, mientras sus seguidores los animaban jubilosos con su entusiasmo desde las tribunas.

El otro Bermúdez, Juan, “El Largo”, fue nombrado Jugador Más Valioso de la Final, después de concluir con récord de 2-0 y 0.75 en 12 entradas, en las que solo toleró una carrera con siete ponches. Bismarck Rivera concluyó la Final con .393 y coleccionó cinco dobletes en la serie.

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Para el Bóer, este es su título número 11 desde que se estableció la Primera División en 1970 y es el tercero desde que se implantó el actual sistema de los Pomares a partir del 2009, con la participación de equipos de todos los departamentos del país.

El Bóer se coronó en 1975, 1976 y 1977. Luego debió esperar hasta 1995, tras irse en blanco en los años ochenta. También añadió coronas en 1996 y 1998. Posteriormente atrapó títulos en 2002 y el 2005, para agregar después los cetros en 2010 y 2014.

Ahora es el turno del equipo del 2020.

 

Deportes dantos Indios del Bóer Pomares archivo

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