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El Barcelona empató por tercera vez de cuatro encuentros. LAPRENSA/FC BARCELONA

Un Barcelona para llorar se despide de la Liga y opaca el gol 700 de Messi

A este Barcelona calcinado solo le queda cruzar los dedos para que el Madrid resbale ante el Getafe este jueves (2:00), sino se alejarán a cuatro puntos y se les podrá llamar campeones anticipados

El futbol es la factoría de esperanzas para los fanáticos. Desde la reanudación de la Liga el Barcelona empezó a caminar en una cuerda en medio de un volcán ardiendo con su juego. Eran líderes, pero tarde o temprano la cuerda se rompería y el fuego los devoraría. Pero siempre el aficionado estaba esperanzado en la épica, en ver a Messi convertido en un Dios capaz de dividir las aguas, producir vino y multiplicar los peces. Es una bonita historia a la cual Messi se le acercó. Sin embargo, la realidad se les vino encima. Messi se cansó y se dio cuenta que no puede cargar solo ese Titanic chocado contra el iceberg. Bienvenidos al escenario de hoy, el Barsa se despide de la Liga con el empate 2-2 ante el Atlético de Madrid.

Explicar qué falló es un pregunta tonta cuando el vehículo parece tener una carrocería sin motor y los repuestos como Griezmann y Ansu Fati encerrados en el banquillo. El partido comenzó optimista para el Barcelona. Diego Costa al minuto 11 ya había marcado en su propia puerta. Si se toma en cuenta que la última vez que pisó el Camp Nou salió expulsado parecía que nada peor podría pasar, pero no. Tres minutos después Hernández Hernández pitó una falta de Vidal sobre Carrasco en la zona de penalti. Costa quería liberarse de su maldición y empeoró su sentencia con lo desconocido. Ter Stegen le paró el disparo. El destino (llamado VAR) le dio otra oportunidad. El arquero alemán no tenía ningún pies tocando la línea de meta, el cual según el nuevo reglamento es un deber. Desapareció Costa convencido que hay guerras que se deben abandonar y Saúl empató el desafío.

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Messi desde la zona media disparó peligrosamente al 21′, pero le faltó un poco más de rosca a su disparo. Y antes de terminar la primera parte, el argentino se acercó nuevamente con libre directo desviado en la barrera, pero que complicó a Oblak.

La segunda parte evidenció la delicadeza del VAR. Felipe tocó suave como si fuera una pluma a Semedo y se marcó penalti. Messi llegó de esa manera a 700 goles. El Atlético un equipo predestinado a la destrucción de juego, más allá de la creación se acercó con un cabezazo de Costa, el cual terminó desviado. Y al 61′ un soplido de Semedo a Carrasco propició el cuarto penalti del encuentro. Saúl cobró la pena, venció nuevamente a Ter Stegen, quien golpeó con el brazo la pelota, pero sin la fuerza suficiente para desviarlo de los tres palos.

Después de un disparo de Vidal y otro de Joao Félix, el duelo se convirtió en algo especulativo. Setién quería desaparecer. Ha convertido al Barcelona de Valverde, que ya estaba en ruinas, en un equipo en peligro de extinción. Sin mañana. Metió a Ansu Fati y luego a Griezmann al minuto 90′ y luego se excusó diciendo que no sabía dónde ponerlo. A este Barcelona calcinado solo le queda cruzar los dedos para que el Madrid resbale ante el Getafe este jueves (2:00), sino se alejarán a cuatro puntos y se les podrá llamar campeones anticipados.

Deportes Atlético de Madrid Barcelona Real Madrid archivo

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