Luka Romero a sus 15 años carga con el elogio más pesado que puede existir en el futbol mundial: el nuevo Messi. Así le llaman en México, Argentina y España. Se considera argentino a pesar de haber nacido en México y ser nacionalizado español. Su nombre acaba de subir al tapete mundial debido a que el Mallorca lo convocó al primer equipo. Sí, un adolescente con una zurda llamativa y elementos que lo diferencian del resto de jugadores de su edad se prepara para hacer su debut en el primer nivel de la Liga muy pronto, y por si fuera poco, si el entrenador Vicente Moreno decide colocarlo en la alineación para la reanudación del torneo español se enfrentaría a Messi: su espejo.
“Hoy pude entrenar con el primer equipo. No lo olvidaré nunca”, escribió el muchacho en su Twitter. Y es que los calificativos abundan por el paralelismo con los movimientos del mejor jugador de la actualidad. Aunque solo ha sido probado en desafíos contra equipos de su misma edad ha demostrado jugar con mucho desparpajo. Individual como Messi en sus inicios, el balón se acopla rápidamente como una extensión de su cuerpo y sus movimientos para driblar parecieran una foto copia de Leo. No obstante, aunque el mundo del futbol se babea por Romero, la lista es extensa de jugadores promesas desaparecidos en el camino, tal como el caso Robinho y hay otros catalogados para ser súper estrellas peleando por adaptarse al máximo nivel: Ansu Fati, Vinicius, Rodrigo u Odegaard, por mencionar algunos.
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Según diferentes medios argentinos, el responsable del gran nivel de Romero es su papá, Diego Romero. Jugó con el Quilmes y en 2003 llegó a México a la liga de ascenso a jugar con el Alebrijes. Ahí nació junto a su hermano y se dedicaron desde pequeños al futbol. Uno se hizo enganche y provoca brillo en los ojos de los espectadores y el otro es arquero. Con el paso del tiempo su papá regresó a Argentina y luego decidió mudarse a España. Y es cuando empieza la historia del nuevo Messi.
Pequeño perteneció al Sant Jordi, un equipo de la isla de Ibiza, luego pasó a las inferiores del Málaga hasta que el Mallorca se enamoró de su juego y lo fichó por ocho años para asegurarlo para cuando sea mayor de edad. Romero pudo ser del Barcelona. Le hicieron una prueba y la había pasado, pero según el artículo 19 del reglamento de fichajes FIFA su familia debía vivir en la ciudad catalana.
Romero ya jugó una Copa Sudamericana con Argentina y según cuenta su sueño es vestir la camiseta albiceleste mayor. Así que las ofertas de jugar en México y España parecen hasta el momento descartadas. Todavía falta mucho por verlo establecido y valorar si tendrá la capacidad para sostenerse, a pesar de ello, basta con ver minutos de su juego para creer que puede dejar una huella.