17 años han pasado de esa histórica fecha para el boxeo nicaragüense. Había un póker de campeones mundiales surgidos desde las entrañas de la pobreza. No se puede decir que ha sido la época dorada, pero sin duda la demás impacto a nivel mundial en proliferación de monarcas. Ricardo Mayorga, Rosendo Álvarez, Luis Pérez y Eduardo Márquez compartieron reinado, unos más que otros, pero coincidieron, siendo el récord en el deporte del noble arte del terruño. Y en la actualidad el país está a un campeón de igualar esa casual coincidencia del destino.
Corría el año 2003 y el Búfalo Álvarez sumaba dos años siendo campeón en las 108 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Había defendido ante el Beibis Mendoza y Sompoch Harnvichachai, mejor conocido como Pichit Siriwat, y no fue hasta diciembre de ese año que perdió su cetro en la báscula contra Víctor Burgos en lo que sería la unificación. El Matador Mayorga también sumaba dos años como monarca en las 147 libras tras derrocar a Andrew Lewis. En ese 2003 en el mismo escenario que Rosendo perdió su título ante Corey Spinks en un combate cerrado. Tampoco Ray Márquez corrió con mucha suerte. Se coronó en marzo de 2003 en España ante Juan Mata, pero dos meses después Iván Calderón lo despojó en Puerto Rico. Y el único que se coronó y siguió reinando tras ese año fue el Demoledor Pérez. Derrotó en enero a Félix Machado adueñándose del cetro de las 115 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), abandonándolo tres defensas posteriores cuando era 2016 para saltar en 2017 a la siguiente categoría.
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En la actualidad suman tres monarcas al mismo tiempo: Román González, Félix y René Alvarado. ¿Quién será el próximo campeón? El excampeón Byron Rojas tiene altas posibilidades de disputar fajó al estar segundo clasificado en las 105 libras de la AMB, al igual que Leyman Benavides, campeón Gold del mismo organismo, el cual lo coloca en una posición privilegiada a la hora de retar al monarca. Hasta el momento, son los que tiene el camino más avanzado por buscar esa consagración.