Félix Alvarado no ha descansado ni un minuto desde que le informaron que su pelea por título mundial sería el 21 de octubre en Filipinas ante Randy Petalcorin. El Gemelo se sostiene entre cuatro y cinco libras por encima de la categoría (108 libras). Si nunca había dado indicios de problemas en la báscula, de cara a su oportunidad dorada está pasado de disciplinado y entregado.
Lea además: Manny Pacquiao influye para el cambio de sede en el combate de título mundial de Félix Alvarado
Lo mejor es la impresión que deja cuando se le ve. No denota ser un boxeador sufriendo por el peso, sino todo lo contrario, su físico definido y cercanía con la categoría no le han quitado ni la risa ni las ansias de entrenar día a día. La bajada gradual y la preocupación previa de no haber marcado 108 libras desde hace un año, cuando peleó por última vez en ese peso ante Fahlan Sakkreerin, tuvo a un Gemelo sumamente enfocado en cada detalle de su alimentación. Frente al chance de su vida prefirió manejar su destino en la dieta y así evitar al invitado no deseado como es la sorpresa.
Alvarado está preparado para zarpar el 15 de octubre con rumbo a Filipinas y llegar el 16, así está estipulado en su boleto de avión. Su entrenador, Luis Cortez, quien lo acompañará en la aventura, lo entrena en el Gimnasio Roberto Huembes y después de cada sesión aprovecha para brindarle una charla de motivación, además de plantearle alternativas de cara a los improvistos que pudieran surgir en el combate.
Te puede interesar: El promotor del evento en Melbourne llena de elogios a Félix Alvarado
El Gemelo piensa concluir en 150 asaltos de guanteo su preparación. Ya no está trabajando con peleadores muy pesados, sino con púgiles cercanos a su categoría. “La etapa del trabajo fuerte ya concluyó”, confiesa el retador a la corona. Alvarado se acopla con boxeadores zurdos a la guardia de Petalcorin. “No creo que eso sea un problema”, afirma con mucha confianza, esa que él mismo se ha construido a base de trabajo hasta llegar a este nivel.