Alemania siempre está presente. Una fábrica de jugadores incansables que aumentó su potencial a partir del 2000, cuando expandieron las bases del proyecto futbol a toda la nación. Los teutones buscan igualar a la Italia de 1934 y 1938 y a Brasil de 1958 y 1962, que son las únicas dos selecciones que han levantado dos Copas del Mundo de forma consecutiva. La tropa de Low es como en casi todos los mundiales favorita al trono.
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Hace cuatro años dejaron a la Argentina de Messi babeando por la Copa en Brasil y para Rusia 2018, implantados en el Grupo F, junto a México, Suecia y Corea del Sur, no parece tener un verdadero obstáculo en la primera fase del torneo para que tropiece en el camino trazado: el famoso doblete.
El mensaje que mandó Alemania el año pasado en la Copa Confederaciones no puede ser obviado. Jugando con un equipo B logró conseguir ese trofeo de menor dimensión pero que el aviso al mundo era muy preciso. Un conjunto el cual con sus reemplazos era capaz de pasar sobre selecciones como Chile y México sin muchas complicaciones había que temerle.
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Por otro lado, México, Suecia y Corea del Sur se disputarán el segundo lugar del Grupo F. Los aztecas tuvieron una tranquila eliminatoria con Juan Carlos Osorio. Vela, Tecatito, Lozano y Guardado con un solvente Ochoa, confían en ser más que la Suecia de Marcus Berg, goleador del conjunto.
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Los suecos han quedado con el vacío de figura con el retiro de la selección de Zlatan Ibrahimovic. Todo lo contrario ocurre con Corea, este “team” asiático se respalda en su delantero Son Heung-min, estrella en el Tottenham.